"Los fieles (…) tienen derecho y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestar a los demás fieles" (Código de Derecho Canónigo Can. 212 § 2-3)

"Sin embargo, la comunicación en el interior de la comunidad eclesial como la de la Iglesia con el mundo demandan transparencia (…) para promover en la comunidad cristiana una opinión pública rectamente informada y capaz de discernimiento.” (S.S. Juan Pablo II, Carta Apóstólica "El rápido desarrollo"24.1.05 n.12 )

Es imposible evitar la Verdad

La Verdad se manifiesta inexorablemente, no obstante existan hombres que intentan alejarla y pisotearla.
Estos hombres  no dan señales de tener miedo ni parecen turbarse delante al hecho de condenar a un inocente y al escándalo que se ha creado  siendo que tantos fieles conocen los asuntos vergonzozos de este complot organizado contra él.
Hemos actuado teniendo en consideración nuestro deber y derecho: "Los fieles  (..) tienen derecho y a veces incluso el deber (....) de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre lo que se refiere al bien de la Iglesia y de manifestarlo a los demás fieles" (Código de Derecho Canónico, Can. 212,2-3)
Hemos escrito de manera constante desde el 2006 hasta el 2011 a los vértices de la Congregación de la Doctrina de la Fe solicitando un encuentro con el objeto de aclarar la situación. Pero se han mostrado inaccesibles e impermeables a nuestra petición.
Su silencio se ha vuelto impenetrable y sordos ante la exhortación del Santo Padre. "Sin embargo la comunicación en el interior de la comunidad eclesiástica como la de la Iglesia con el mundo demandan transparencia"(....) para promover en la comunidad cristiana una opinión pública rectamente informada y capaz de discernimiento" (S.S. Juan Pablo II Carta Apostólica " El rápido desarrollo 24 de enero de 2005 n.12)
Pero es imposible evitar la Verdad, que no pude acallarse para la propia comodidad y tampoco detener.

De forma tajante y decidida y sin ninguna sombra de duda , al punto al que hemos llegado, solicitamos una respuesta  a las Autoridades Internacionales.